Cuando un paciente me pregunta qué pruebas necesita para detectar una arritmia, suele venir acompañado de dudas, algo de preocupación y, sobre todo, la sensación de no saber por dónde empezar.
Las arritmias no siempre se manifiestan de forma constante: pueden aparecer y desaparecer, ser muy rápidas, muy lentas o simplemente producir una molestia pasajera. Por eso, determinar exactamente qué está ocurriendo requiere una estrategia diagnóstica adecuada.
En este artículo quiero explicarte, de manera clara y directa, cuáles son las pruebas más importantes para detectar una arritmia, cuándo se indican y qué información nos aporta cada una. Todo ello basado en mi experiencia y en la práctica diaria de una Unidad de Arritmias especializada.
¿Por qué son necesarias varias pruebas para detectar una arritmia?
Lo primero que explico siempre es que no todas las arritmias se detectan de la misma manera.
Algunas son persistentes y aparecen en el electrocardiograma de forma inmediata, pero muchas otras son intermitentes, breves o solo se manifiestan en momentos muy concretos del día o a veces de manera esporádica 1 vez al mes ó menos.
Por eso, el diagnóstico requiere combinar distintas herramientas que nos permitan observar la actividad eléctrica del corazón durante más tiempo. De esa manera podremos registrar la actividad eléctrica del corazón en el momento de los síntomas, algo clave en el diagnóstico.
Mi objetivo siempre es el mismo: localizar con precisión el origen del trastorno eléctrico, entender en qué circunstancias aparece y determinar si supone un riesgo para tu salud o para tu calidad de vida.
Las pruebas principales para detectar una arritmia
Electrocardiograma (ECG): el punto de partida
El electrocardiograma es la prueba más sencilla y accesible para registrar la actividad eléctrica del corazón. Consiste en colocar electrodos sobre el tórax para captar cómo se transmite la electricidad en cada latido.
Es útil cuando la arritmia está presente en ese momento, pero tiene una limitación evidente: dura apenas unos segundos. Si tu arritmia es intermitente, es posible que el ECG salga normal aunque tengas síntomas. También puede ocurrir que el ECG nos de “pistas” de cual puede ser la arritmia porque en el ECG se observen determinadas alteraciones aunque no sean una arritmia per se.
Aun así, es una herramienta imprescindible para orientarnos sobre el tipo de alteración y decidir los pasos siguientes.
Holter: clave para detectar arritmias intermitentes
Cuando la arritmia no aparece constantemente, necesitamos observar el corazón durante más tiempo. Para eso utilizamos el Holter, una de las pruebas más importantes dentro de una Unidad de Arritmias.
El Holter registra el electrocardiograma de forma continua durante 24 horas o hasta varios días. Esto nos permite detectar arritmias que aparecen:
- solo en momentos puntuales,
- durante el sueño,
- en ausencia de síntomas,
- ante situaciones de estrés,
- o asociadas al ejercicio diario.
En muchos pacientes es la prueba definitiva para confirmar lo que no aparece en un ECG de reposo.
Prueba de esfuerzo: cuando la arritmia aparece con ejercicio
Algunas arritmias se desencadenan únicamente al aumentar la frecuencia cardiaca, por ejemplo durante el deporte o incluso al subir escaleras.
La prueba de esfuerzo nos permite reproducir ese escenario en un entorno controlado, monitorizando el ritmo cardíaco mientras el paciente camina o corre en una cinta.
Nos ayuda a detectar:
- taquicardias inducidas por ejercicio,
- alteraciones en la conducción eléctrica con el aumento del ritmo,
- arritmias relacionadas con problemas coronarios.
El ECG al alcance de la mano del paciente: relojes y otros “gadgets”
Gracias a los avances tecnológicos, hoy contamos con herramientas que permiten registrar el ECG por el propio paciente en la vida real de manera sencilla y eficaz.
Estan los relojes y además pequeños dispositivos que permiten hacerse un electrocardiograma a uno mismo en cualquier momento a través de una aplicación del teléfono móvil. Se trata de un ECG limitado en el número de canales (desde 1 hasta 6) pero de calidad generalmente buena,.
Esto puede ser de gran ayuda especialmente cundo los episodios con síntomas ocurren de tarde en tarde, ya que permite obtener el ECG “en el momento de los síntomas” lo que es clave como he dicho más arriba. El propio dispositivo hace una interpretación y dice “normal” ó “posible fibrilación auricular”, etc. Ojo con estas interpretaciones ya que he visto no pocos casos en que están equivocadas, las ha de corroborar el médico.
Algunos relojes “avisan” al usuario cuando “hay una arritmia”. Y tengo el mismo comentario: ojo, a veces aciertan, pero no siempre.
Dispositivos de registro muy prolongado: el llamado “Holter implantable”
Se trata de un dispositivo de pequeño tamaño “como un chip” que se implanta debajo de la piel del tórax y registra un ECG de 1 canal de manera continuada durante un largo periodo (2-4 años). Permite además al paciente, mediante un dispositivo externo, “grabar el ECG durante unos minutos” justo cuando tiene síntomas ó al despertarse de una pérdida de conciencia si es breve (ya que guarda unos minutos).
Ademas el dispositivo tiene “algoritmos” para detectar determinadas arritmias aunque el paciente no tenga síntomas.
Estos dispositivos están revolucionando el diagnóstico porque nos permiten captar el ritmo cardíaco justo en el momento en que aparece la arritmia (produzca ó no síntomas) ó en el momento de una pérdida de conocimiento, algo que antes era muy difícil.
Estudio electrofisiológico: cuando necesitamos máxima precisión
El estudio electrofisiológico es una de las pruebas más especializadas y avanzadas para detectar una arritmia.
Consiste en introducir catéteres dentro del corazón (mediante pequeñas punciones en la vena femoral, en la ingle) para estudiar su sistema eléctrico desde dentro. Lo utilizamos cuando necesitamos:
- localizar el tipo y origen exacto de una arritmia,
- reproducirla mediante estimulación eléctrica programada,
- decidir si es posible tratarla mediante ablación.
Es una prueba que realizamos en la Unidad de Arritmias cuando otras técnicas no han sido concluyentes o cuando ya estamos planificando un tratamiento definitivo.
¿Cómo elijo qué pruebas necesita cada paciente?
La clave está en escucharte y entender cómo, cuándo y con qué intensidad aparecen tus síntomas. No todos los pacientes necesitan todas las pruebas.
En mi práctica clínica sigo una secuencia lógica:
- Síntomas frecuentes → ECG + Holter
- Síntomas esporádicos → ECG por el paciente (reloj, etc), Holter prolongado
- Síntomas con esfuerzo → prueba de esfuerzo
- Síntomas graves (síncope) ó arritmias graves sin síntomas: Holter implantable
- Dudas sobre el mecanismo exacto de una arritmia conocida ó casos especiales de riesgo potencial → estudio electrofisiológico
El objetivo no es hacer “más pruebas”, sino hacer las pruebas adecuadas para poder darte una respuesta clara y un tratamiento efectivo.
¿Qué ocurre después del diagnóstico?
Una vez identificada la arritmia, valoramos si es necesario tratarla o simplemente vigilarla. No todas las arritmias requieren tratamiento, pero algunas sí pueden causar palpitaciones intensas, malestar, deterioro de la calidad de vida o incluso riesgo vital.
En función del caso, podemos optar por:
- Ablación por catéter
- Medicación específica
- Implante de dispositivos (marcapasos o desfibrilador)
- Seguimiento clínico periódico
La elección depende siempre del tipo de arritmia, del riesgo que suponga y de cómo afecta a tu calidad de vida.
Una Unidad de Arritmias: por qué la precisión importa
Las pruebas para detectar una arritmia requieren experiencia y conocimiento profundo del sistema eléctrico del corazón. En nuestra unidad trabajamos con tecnología avanzada y equipos altamente especializados, lo que nos permite:
- detectar arritmias complejas,
- localizar focos eléctricos con precisión,
- y ofrecer tratamientos seguros y eficaces.
Cuando un paciente comprende qué pruebas necesita y por qué, suele experimentar un alivio inmediato: por fin tiene un camino claro hacia el diagnóstico.
Preguntas frecuentes sobre pruebas para detectar una arritmia
¿Cuál es la primera prueba para detectar una arritmia?
El electrocardiograma suele ser la prueba inicial, porque permite ver el ritmo cardíaco en ese mismo momento. Si la arritmia es intermitente, puede no aparecer y necesitar pruebas adicionales.
¿Cuándo es necesario realizar un Holter?
Cuando los síntomas no coinciden con la consulta o aparecen de forma esporádica. El Holter registra continuamente el ritmo del corazón desde 24 horas a varios días y es clave para detectar arritmias intermitentes.
¿La prueba de esfuerzo ayuda a diagnosticar todas las arritmias?
Solo cuando sospechamos que la arritmia se desencadena con ejercicio o aumento del ritmo cardíaco. Si ocurre en reposo, suele ser más útil un Holter más ó menos prolongado, ó un “ECG al alcance del paciente” mediante relojes ó dispositivos a través de aplicaciones de telefonía móvil.
¿En qué casos se necesita un estudio electrofisiológico?
Cuando otras pruebas no han aclarado el origen de la arritmia o cuando necesitamos conocer su mecanismo exacto para decidir si puede tratarse mediante ablación.
Lo esencial que debes recordar
- No existe una única prueba para detectar todas las arritmias.
- La combinación de ECG, Holter, prueba de esfuerzo y registro prolongado permite un diagnóstico preciso.
- Cuando necesitamos conocer el mecanismo exacto, el estudio electrofisiológico es la herramienta definitiva.
- Un diagnóstico correcto es el primer paso hacia un tratamiento eficaz.
Si tienes síntomas como palpitaciones, mareos o episodios de ritmo irregular, puedo ayudarte a identificar de forma precisa qué está ocurriendo. ¿Quieres saber qué pruebas son las más adecuadas en tu caso? Podemos estudiarlo juntos en una consulta personalizada. PIDE TU CITA AQUÍ.







