TRATAMIENTOS PARA LAS ARRITMIAS CARDIACAS
TRATAMIENTOS PARA LAS ARRITMIAS CARDIACAS
Enfoque integral para cada tipo de paciente
Por eso, el tratamiento siempre debe adaptarse al tipo de arritmia, su causa y su impacto clínico. Mi enfoque como especialista en electrofisiología y arritmología clínica se basa en una combinación precisa de:
- Diagnóstico exacto
- Tecnología avanzada
- Tratamiento personalizado
- Seguimiento continuo
Todo ello con un único objetivo: recuperar el ritmo natural del corazón y mejorar tu calidad de vida.
Tipos de tratamiento
ABLACIÓN POR CATÉTER
Procedimiento mínimamente invasivo que permite eliminar pequeñas zonas del corazón responsables de la arritmia, utilizando energía térmica (radiofrecuencia o crioablación) o energía eléctrica (ablación de campo pulsado).
DISPOSITIVOS DE DIAGNÓSTICO IMPLANTABLES
En algunos casos, cuando la arritmia es difícil de capturar en un electrocardiograma convencional, se utilizan dispositivos como el Holter insertable, que permiten registrar eventos durante semanas o meses.
DISPOSITIVOS DE TRATAMIENTO IMPLANTABLES
TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO
Uso de medicamentos antiarrítmicos para prevenir, controlar o detener episodios de arritmia. Requiere supervisión estrecha por su complejidad y posibles efectos secundarios.
TIPOS DE ARRITMIAS Y CÓMO SE TRATAN
Típicamente, los latidos son completamente regulares y el paciente nota palpitaciones y latidos rápidos y molestos, que pueden acompañarse o no de mareo, sudoración o dificultad para respirar.
A veces los episodios duran poco, pero otras veces son duraderos y motivan que el paciente acuda a urgencias. El electrocardiograma es típico si se puede obtener en el momento de los síntomas, pero con frecuencia, fuera de ese momento, es normal.
Aunque estas taquicardias son benignas, si aparecen de forma repetitiva se aconseja un tratamiento de ablación. La ablación en estas taquicardias, realizada por profesionales expertos, tiene una tasa de éxito muy elevada, por encima del 90%, con muy pocos riesgos.
El corazón pierde su ritmo normal y aparecen latidos irregulares y rápidos, que provocan síntomas como palpitaciones, fatiga, dificultad para respirar o mareos. Además, incrementa el riesgo de ictus, ya que puede favorecer la formación de coágulos en el interior del corazón.
Se sabe que en la mayoría de los casos, esta arritmia comienza en zonas cercanas a las venas pulmonares, por lo que el tratamiento más eficaz es la ablación de esa región concreta.
La tasa de éxito ronda el 80%, aunque en algunos casos se opta por tratamiento farmacológico, dependiendo del perfil del paciente.
Aunque menos caótica que la fibrilación, también puede producir síntomas y riesgo de ictus.
El flutter común se localiza en una zona concreta de la aurícula derecha y responde muy bien a la ablación, con tasas de éxito por encima del 90%. Existen formas más complejas (flutter atípico) que también pueden tratarse, aunque con menor eficacia.
Son arritmias potencialmente graves, capaces de provocar muerte súbita. En estos casos, el tratamiento indicado es la implantación de un desfibrilador automático (DAI), y en muchos pacientes se complementa con una ablación.
En personas con corazón sano también pueden aparecer, aunque son menos peligrosas y responden bien a la ablación, sin necesidad de DAI.
Cuando eso ocurre, se pueden tratar con medicación o ablación, con buenos resultados.
En los pacientes que sobreviven a una parada, se recomienda implantar un DAI, salvo que se haya identificado una causa reversible muy clara.
Cuando los síntomas son significativos, el tratamiento consiste en implantar un marcapasos, que mantiene el ritmo cardíaco estable. En ciertos casos, puede considerarse una técnica llamada cardioneuroablación.